Visitar Manchester en un día



Bienvenidos a la ciudad de Norman Foster. No porque sea donde más edificios haya diseñado este arquitecto de talla mundial, sino porque es la que le vio nacer. Lo mismo podemos decir del grupo Oasis: los hermanos Gallagher vieron aquí la luz por primera vez.

Manchester, con todo lo conocida que es gracias sobre todo al fútbol, es una ciudad relativamente pequeña. Según el último censo no alcanza los 500.000 habitantes. Ahora, que tampoco es tan raro si tenemos en cuenta que solo Londres supera el millón.

Esta ciudad es un núcleo de actividad económica, cultural y deportiva de todo el Reino Unido, por no decir del mundo, así que las calles siempre están pobladas de gente moviéndose arriba y abajo.

Lo bueno de que no sea una ciudad grande es que puedes cruzarla andando de punta a punta en media hora aproximadamente. Evidentemente, eso es lo que NO vamos a hacer en esta ruta. Solo tenemos un día para visitarla, vamos a hacerlo bien.

La mejor opción para ir a Manchester si tu centro de operaciones está en Londres es coger un tren desde Euston, que te dejará allí en dos horas y media más o menos. También puedes ir en coche o bus, pero tardarás como hora y media más.

Comenzamos

Con el tren llegarás exactamente al inicio de nuestra ruta: Piccadilly Station. Desde ahí empezamos a andar y en unos tres minutos por Auburn St llegamos a los Piccadilly Gardens, donde recomendamos coger energía con un buen desayuno.

Para los estómagos potentes a lo mejor es buena idea un desayuno inglés: salchichas, bacon, tomate, champiñones, morcilla y tostadas. Tened por seguro que lo vais a bajar. Ahí mismo está el KRO Bar, donde perfectamente podéis tomar uno.

En los jardines hay un centro turístico donde podéis coger un mapa, que es gratis. Salimos una vez hayamos decidido que es suficiente por el noroeste, por Parker St, y vamos a una zona peligrosa para el bolsillo: Market St.





Ahí podemos perdernos un rato entre las tiendas, es donde se aglutinan las principales tiendas de la ciudad. No pierdas mucho dinero en ellas y sigue al noroeste hasta Exchange Square, una plaza donde hay una noria casi tan grande como el London’s Eye.

Haz una marca aquí en tu mapa, porque detrás de la noria está el bar con la cerveza más barata de todo Manchester: el Oyster. Por si quieres volver más tarde.

Justo a la derecha del Oyster, que está en uno de los edificios más viejos de la ciudad, hay una callejuela que debes tomar para que en unos segundos llegues a la Catedral de Manchester.



Esta catedral no es grande, puede ser confundida con una iglesia de pueblo que sí sería grande. Los bombardeos de la II Guerra Mundial la dañaron pero no lo suficiente como para destruirla. Las remodelaciones posteriores han hecho que aguante bien.

Visitar la catedral es gratis y hay audioguías en español, así que es bastante recomendable entrar y verla por dentro: merece el tiempo. Cuando te hayas embriagado bien de este monumento, sal que sigamos con la visita.

Dejamos la catedral atrás y salimos hacia la derecha, dejando a un lado el centro comercialThe Triangle. Cogemos Corporation St y llegamos a nuestro siguiente destino: The Printworks.

Este sitio es un centro de ocio cubierto por arriba, una calle-túnel por así decirlo cargado de cines, pubs y sitios donde comer (aquí está por ejemplo el Hard Rock de Manchester).

Como su propio nombre indica, The Printworks en su día fue una inmensa imprenta de periódicos. Hasta 1986 de hecho tuvo esa utilidad, hasta que tuvo que cerrar. Estuvo una década sin uso, hasta que una asociación de empresas decidió invertir y crear el centro de ocio que hay ahora.






Este centro de ocio se inauguró de forma definitiva en el año 2000 por Lionel Richie y Sir Alex Ferguson (este hombre es una institución para la ciudad). En fin. Atravesamos, llegamos a Shudehill y… tachán, estamos en Northern Quarter, el barrio alternativo de Manchester.

Esta zona es también peligrosa para nuestra cartera, más que nada si os gustan las cosas vintage: tiendas de vinilos, ropa, y antigüedades conforman este barrio. Por aquí conviene bajar hasta la calle que es el máximo exponente de la zona: Oldham St.

En esta calle están los comercios más pintorescos, desde tiendas de ropa hecha a mano hasta negocios y restaurante exóticos. Un alarde multicultural, vamos.




Después de haberte perdido un poco por el barrio indie de Manchester, busca Dale St y sube hasta llegar al Affleck’s Palace. Entrar aquí o no es decisión tuya, nosotros avisamos de queson cinco plantas de tiendas alternativas.

Tatuajes y piercings, tiendas de surf, de ropa juvenil y demás comercios que atraen a toda cartera menor de 35 años están en este edificio. Entrar bajo tu propia responsabilidad.

Cogemos Tib St, cruzamos de norte a sur los Piccadilly Gardens, bajamos por la A6 hasta Whitworth St y subimos visitando el Alan Turing Memorial hasta el Gay Village, una callecita cruzada por un canal donde podemos parar a comer. De hecho hay un barco en el canal que es realmente un bar.




Hora de comer

Si no queremos comer aún o si nos apetece algo más exótico, lo mejor es subir por Sackville St y Nicholas St hasta Chinatown, el barrio chino de Manchester. Ahí perfectamente podemos comer oriental si nos apetece más.
Con el estómago lleno de nuevo subimos por Princess St hasta Albert Square, la plaza del ayuntamiento. Que más que un ayuntamiento parece un edificio de Hogwarts. Justo al lado, si somos capaces de desviar la vista, está la Manchester Library.



El contraste entre ambos edificios es brutal: neogótico uno, neoclásica la otra. El edificio redondo de la biblioteca. 35 millas de estanterías os esperan en su interior si queréis entrar.


Volvemos a Albert Square, sube por la Queen St (una calle bien pequeña para tener ese nombre), vemos el monumento a Lincoln y llegamos a un edificio precioso: la John Rylands Library.






Este edificio se ha fusionado con la biblioteca de la Universidad de Manchester y ahora posee una de las colecciones más extensas del Reino Unido. El edificio en sí, también neogótico, es impresionante. Podemos entrar a hacer una visita, es gratuito.


Desde este punto bajamos toda la calle Deansgate, la más larga de la ciudad. El contraste con la biblioteca es notable, son todo edificios más modernos. Cuando lleguemos a la estación sabremos que estamos en el siguiente punto de nuestra lista: Castlefield.




Esta zona está llena de casitas y puentes, con un canal que la cruza. Es un sitio perfecto para tomar algo en una terraza, bien una cerveza si hace bueno o un café si no es así.


Si sois futboleros, desde Deansgate Station podéis coger el bus X50 en dirección a Trafford Centre, y son solo 2 paradas hasta que os bajéis en Sir Alex Ferguson Way. En menos de cinco minutos a pie llegaréis al Teatro de los Sueños: Old Trafford, estadio del Manchester United.






Manchester tiene además una buena cantidad de museos y galerías de arte que visitar, pero si nos metemos en todas simplemente no nos da tiempo a verlo todo en un día.


Con Castlefield (si no hemos ido al estadio) podríamos cerrar la visita a esta ciudad del norte de Inglaterra. Solo nos quedaría volver a Piccadilly Station y volvernos a nuestro punto de partida.



Mapa del itinerario




Fuente: Trucos Londres


EmoticonEmoticon